lunes, 27 de julio de 2009

8 Poderosas Técnicas para Atraer la Atención en nuestras Fotos

Por Jose Luis Rodriguez


Para transmitir sensaciones a través de la fotografía, uno de los elementos con los que contamos es con la posibilidad de centrar la atención del espectador. A nivel compositivo hay una serie de elementos que atraen nuestra atención de manera inconsciente pero inevitable, actuando como un poderoso imán para nuestros ojos. ¿Sabes cuales son?




Ya hemos explicado en alguna ocasión que la ubicación del centro de interés dentro de nuestra foto es importante, debiendo huir del efecto ojo de buey y buscando desplazamientos del centro de interés en nuestras fotografías más asimétricas. Para ello existen, entre otras, la Regla de los Tercios.

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Pero hay algo que debes conocer y que es fundamental a la hora de atraer la atención del espectador, y es que hay una serie de mecanismos que harán que la vista de quien contemple la foto se dirija de manera incontrolable a un punto, independientemente de la posición y el tamaño que ocupe dentro de la imagen.

Este mecanismo bien utilizado en nuestras fotos es una garantía de éxito seguro, pero mal aplicado, o introducido sin nuestro control, también puede echar por tierra nuestro trabajo, estropeando la foto.

Los elementos que atraen la atención del espectador son los siguientes.

1. Un objeto que parece diferente al resto

En una composición con un conjunto de elementos, cualquier objeto que sea diferente al resto llamará nuestra atención forzosamente. Una moto intercalada entre una serie de coches, un coche descapotable aparcado entre coches con techo, ...


2. Un área brillante

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La vista siempre tiende a ir a las zonas más brillantes o luminosas de la foto. Un reflejo de la luz en el agua o un brillo en una superficie metálica atraerán poderosamente nuestra atención.

3. Un objeto de diferente color

Dentro de una repetición de elementos, el que tiene diferente color atrae nuestra atención. Un buen ejemplo puede ser una serie de flores en las que una de ellas es de un color distinto al del resto. Nuestra vista se dirigirá a esa flor antes que a ninguna otra. Otro buen ejemplo podría ser una cesta de manzanas rojas con una manzana amarilla.

4. Un objeto con diferente forma

Podemos tener elementos del mismo color, con lo que no se cumpliría el punto anterior. A igualdad de color, la vista se irá al elemento de diferente forma. Siguiendo con el ejemplo de las manzanas, un platano dentro de una cesta de manzanas amarillas atraería nuestra atención por tener una forma diferente aunque comparta el mismo color.

5. Un objeto de diferente tamaño

aa3El tamaño si importa. Da igual que sea grande o pequeño. Un elemento de diferente tamaño al del resto, aunque sea más pequeño, atraerá la atención de la fotografía.

6. Un objeto que apunta a otra dirección

En cualquier imagen aparecen líneas rectas o curvas. Estas rectas son imaginarias, pero están ahí, e influyen a la atención y a la manera de recorrer la fotografía con la vista. Una hilera de barcas en las que una de las barcas está desplazada de su lugar, rompiendo la forma que definen el resto de barcas. Otro ejemplo muy claro puede ser un conjunto de lápices o pinturas en el que alguna de ellas apunta en otra dirección.

7. Un objeto con distinto nivel de enfoque

Foto de Fábio PinheiroLa vista tiende a dirigirse a la zona nítida de la fotografía. Jugar con la profundidad de campo nos permitirá centrar la atención en una zona concreta de la fotografía.

8. Algo que no encaja en la fotografía

Pudiera ser que estemos recogiendo información en nuestra imagen en la que simplemente algo no encaja. No se trata de la luz, ni del color, ni de la forma, ni de la dirección a la que apunta. Simplemente es algo que no tendría que estar allí. Cualquier elemento que no encaje en una escena convencional atraerá nuestra atención. Algo que se encuentre fuera de su entorno natural. Un animal salvaje en medio de una escena urbana, un kiosko en medio del desierto...

Conclusiones

Hemos tratado de buscar imágenes y ejemplos obvios para que los podais entender mejor, pero en la mayoría de las ocasiones estas técnicas son mucho más sutiles. Pero tened presente que siempre son efectivas, para bien y para mal.

lunes, 20 de julio de 2009

Los Tres Elementos que Afectan a la Exposición en tus Fotos

Por Jose Luis Rodriguez
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La palabra fotografía proviene del griego, y significa algo así como escribir o pintar con luz. Lejos de querer profundizar en el correcto estudio del término y los orígenes de la fotografía, quiero quedarme con un concepto obvio que sale de ese nombre: la luz. En este artículo explico cómo funciona el principio básico de la luz en la fotografía y cuáles son los elementos con los que contamos para hacer fotos correctamente expuestas.


Introducción

Para poder hacer fotos dependemos de la luz. Es la luz la que va a determinar que nuestra foto salga bien o no salga. Para que nuestra foto se haga como debemos necesitamos exponer un material fotosensible (esto es, sensible a la luz) en el interior de nuestra cámara.

Hasta la llegada de las cámaras digitales este material era una película o carrete. Con la llegada de la fotografía digital, estas películas se han sustituído por un sensor. Pero el mecanismo de exposición es exactamente el mismo, y sigue dependiendo de tres factores.

Si tu cámara lo permite y quieres dejar de utilizar algún día el modo de disparo automático, necesitarás entender el concepto de exposición y conocer cuáles son estos factores y para qué sirve cada uno de ellos.

La mejor manera de explicar el concepto de la exposición es buscar una buena metáfora. Cuando me lo explicaron utilizaron la metáfora del vaso de agua.

Exposición

Imagina que tienes un vaso. Tu objetivo es llenar de agua ese vaso. Necesitamos dejar el vaso lleno justo hasta el borde. Si pones poca agua, el vaso no saciará tu sed. Si pones demasiada, el agua se saldrá. En fotografía, cuando ponemos poca agua decimos que la foto está subexpuesta (poca luz), y cuando se desborda está sobreexpuesta (demasiada luz).

exposicionLos elementos de que disponemos para controlar la exposición en fotografía son:

  • la apertura del diafragma
  • la velocidad de obturación
  • la sensibilidad ISO

La combinación de estos tres factores nos permitirá obtener una exposición correcta, aunque la medida en que apliquemos cada uno de ellos por separado producirá unos resultados u otros.

Entendiendo la Exposición con Ejemplos

Volvamos al vaso. Ya sabemos cual es la cantidad justa de agua que necesitamos. Ahora sólo hay que saber cómo llenarlo.

Podemos conseguir la misma cantidad de agua de dos maneras. La primera es abriendo mucho el grifo durante muy poco tiempo. La segunda es abrir el grifo menos, y dejarlo durante más tiempo abierto.

En fotografía, la apertura del diafragma es el diámetro de la tubería por la que sale el agua, y la velocidad de obturación es el tiempo que mantenemos el grifo abierto.

¿Y la sensibilidad ISO?

Ésta es un poco más difícil de explicar con el ejemplo del vaso, pero voy a tratar de utilizar dos metáforas.

La primera, piensa que tienes dos vasos. Uno con una piedra dentro y otro con una esponja. A la misma cantidad de agua, el vaso de la esponja rebosa antes porque la esponja se expande al contacto con el agua (es más sensible), mientras que la piedra no varía el volumen que ocupa dentro del vaso.

¿No te convence? Pues entonces piensa simplemente que cuando cambiamos el valor del ISO lo que estamos haciendo es cambiar de vaso. Cuanto más alto el valor ISO, más pequeño el vaso, y menos agua necesita para llenarse.

¿Cómo afecta el uso de cada parámetro?

Como decía, podemos realizar distintas combinaciones de apertura, tiempo (velocidad) y sensibilidad que nos permitan conseguir una correcta exposición en nuestra foto. Pero cada uno de los elementos genera un efecto diferente en nuestra foto que explicaremos en detalle cuando tratemos cada uno de ellos por separado. Para ir introduciendo el tema, te diré que la sensibilidad ISO afecta al ruido que tendrá la foto, la apertura definirá la profundidad de campo de nuestra imagen (las zonas nítidas y borrosas de la foto) y la velocidad recogerá el movimiento de la escena.

domingo, 12 de julio de 2009

7 Consejos Básicos Para Hacer Fotos a la Luna

Hacer Fotos a la LunaPor Jose Luis Rodriguez

¿Quién no ha querido hacer alguna vez fotos a la Luna? Seguro que has visto fotografías espectaculares de la Luna en alguna ocasión, pero puede que te hayas llevado una decepción si lo has intentado y el resultado obtenido no es el que esperabas. No te preocupes. Te aseguro que si sigues los consejos que te voy a dar en las siguientes líneas conseguirás hacer fotos a la Luna de una manera muy sencilla con unos resultados inimaginables. ?Te lo piensas perder?



1. Elige bien la hora

Para hacer fotos a la Luna no se necesita una hora especial; tan solo que la Luna esté visible. Puede parecer que la luna tiene un tamaño mayor cuando se encuentra próxima al horizonte pero, como bien se apunta en los comentarios más abajo, es solo un efecto óptico el que la Luna se vea más grande; si hacéis la prueba comprobaréis que, independientemente del momento que elijáis para hacer la foto, la Luna se verá del mismo tamaño.

Además, el hecho de que el cielo no salga completamente negro le da un atractivo adicional a la foto.

No obstante, puedes hacer las fotos en cualquier momento. Simplemente, si la Luna está más alta se verá algo más pequeña.


2. Utiliza la medición puntual

Foto de la Luna por jurvetsonSi tu cámara lo permite, utiliza el modo de medición puntual de la luz. Las fotos de la Luna son uno de esos casos en los que viene muy bien disponer de este modo de disparo, ya que la medición matricial o promediada que suelen tener seleccionadas las cámaras por defecto engañarán a la cámara y probablemente la Luna salga quemada.

Al estar el cielo muy oscuro, el medidor de la luz promedia y la luna puede salir como una masa blanca uniforme, perdiendo cualquier detalle de su superficie.

Si tu cámara no permite utilizar la medición puntual, no desesperes; puedes utilizar otros modos de medición. Simplemente tendrás que realizar alguna que otra prueba hasta conseguir buenos resultados. Prueba a ajustar la exposición (baja el EV) para que la cámara subexponga. Con ello evitarás quemar la Luna.


3. Revisa el histograma

La mejor manera de comprobar que la foto está correctamente es revisar el histograma después de disparar.

Analiza el histograma y asegúrate de que las luces no quedan reventadas (la parte derecha del gráfico).

Si tu cámara dispone de un modo de consulta en el que las zonas quemadas de la foto parpadean, te resultará muy útil para comprobar si alguna parte de la foto se ha quemado.

4. Elige la Mayor Distancia Focal que Puedas

Haz zoom al máximo con tu cámara. Cuanto mayor sea la distancia focal, más grande saldrá la luna.

Bastante pequeña se ve a simple vista la Luna como para que la hagamos más pequeña aún utilizando focales cortas.

5. Enfoca al infinito

Foto de la Luna por KevinLa Luna está muy lejos. Fuerza el enfoque de la cámara para que ésta enfoque al infinito.

Si la cámara lo permite, coloca el modo de enfoque en posición manual para que quede fijado al infinito.

Si no tienes la opción de enfoque manual o no sabes como utilizarla, intenta enfocar con la cámara en modo automático.

Es probable que al hacerlo el sistema de enfoque de la cámara se vuelva loco y no consigua enfocar. Busca entonces algo que esté lo suficientemente lejos, enfócalo, y manteniendo el punto de enfoque apunta a la Luna y dispara con tu cámara.

6. Usa una velocidad de disparo lo suficientemente rápida

Como la luna está tan lejos, por mucho que lo hayamos estudiado de pequeños se nos olvida que la Luna está en movimiento. Gira lentamente alrededor de la Tierra. Pero no tan lentamente como para que la Luna no salga movida si no tenemos cuidado.

Una velocidad de 1/160 debería ser suficiente como para que no salga movida. A partir de ahí, si utilizamos una focal muy larga, tendremos que utilizar una velocidad aún más rápida para que la foto no salga trepidada por nuestro propio pulso.

Jotaenege nos recomienda empezar con f:8 y 1/125 para ISO100 como punto de partida para iniciar las pruebas. Permite capturar los detalles y no quemar la toma. Un punto más de diafragma da un tono más sepia y uno menos, más blanca.

7. Prueba con unos prismáticos o un telescopio

Una vez un amigo me enseñó unas fotos increíbles de la Luna que había hecho con su pequeña cámara compacta y unos prismáticos.

Simplemente había puesto el objetivo de su cámara en el extremo de los prismáticos, acoplando a mano una lente con la otra. Es una solución bastante casera y es probable que no funcione bien, viñetee o simplemente no se obtenga la nitidez deseada.

Pero desde luego no se pierde nada por intentarlo.

martes, 7 de julio de 2009

Todo lo que necesitas saber sobre Objetivos en Fotografía (Segunda Parte)

Por Jose Luis Rodriguez

En la primera parte del artículo "Todo lo que necesitas saber sobre Objetivos en Fotografía" te explicabamos conceptos como focales, ángulos de visión o aperturas. En esta segunda parte cubriremos los distintos tipos de objetivos básicos que existen para las cámaras digitales (y analógicas).


Aunque se tiende a asimilar la clasificación de los objetivos por su distancia focal, lo cierto es que la clasificación se hace realmente por al ángulo visual que se consigue con un determinado objetivo. Pero como estos ángulos visuales se consiguen con determinadas distancias focales, se traslada esta clasificación a las distancias focales.

También hay que resaltar que las distancias focales están referidas a cámaras de carrete de 35mm. En fotografía digital, por los distintos tamaños del sensor, se maneja un concepto denominado multiplicador de distancia focal, con el que se consigue conocer la equivalencia entre objetivos. Así, podeis encontraros muchas veces comentarios del tipo "este objetivo es un 18-55 (equivalente en esta cámara a un 28-80)". Se está hablando de un objetivo con focales mínima y máxima 18 y 55 en una cámara con un multiplicador de distancia focal 1.5. Aunque el resultado de la multiplicación no es exacto, se equipara a focales estándar cercanas, como son 18 y 80.

Una vez explicado esto, podemos hablar de cuatro tipos de objetivos:

  • Ojo de Pez (Fish Eye)
  • Gran Angular
  • Objetivo Normal
  • Teleobjetivo

Por lo que hemos explicado, solemos referirnos a los objetivos utilizando su distancia focal, haciendo la clasificación en base a la fotografía de 35 mm del siguiente modo: distancias focales de 5 a 17 milímetros para los ojos de pez; entre 18 y 35 mm los grandes angulares; entre 36 y 55 mm los objetivos normales, y a partir de los 80, teleobjetivos.

Ojo de Pez

Son objetivos con un ángulo visual extremo, de 180 grados o más. Por su gran distorsión, transforman la escena en una imagen circular, parecida a la producida al mirar a través de la mirilla de una puerta.



Gran Angular

Son objetivos con un ángulo de visión inferior al ojo de pez, pero superior a los normales. Se consideran grandes angulares los que proporcionan un ángulo visual comprendido entre los 60 y los 180 grados. En 35 mm, la distancia focal varía desde los 18 a los 35 mm. Con ellos, los objetos cercanos a la cámara aparecen muy grandes con relación a los objetos más alejados y con una fuerte distorsión en perspectiva, tanto mayor cuanto más se desplazan fuera del eje óptico.

Sus usos principales son:

  • Reportajes, para poder abarcar el conjunto del sujeto cuando se trabaja en espacios reducidos: interior de habitaciones, coches, etc.
  • Exagerar la perspectiva de los objetos. Esta deformación será tanto mayor cuanto más nos acerquemos.
  • Conseguir una mayor profundidad de campo.
  • En macrofotografía, se utilizan invertidos para conseguir la máxima ampliación cuando se trabaja con fuelles de extensión.

Objetivo Normal

Son los que cubren un ángulo visual comprendido entre los 43 y 56 grados, lo que se aproxima bastante al campo visual del ojo humano inmóvil. Vienen a ser un término medio entre los grandes angulares y los teleobjetivos.

La distancia focal de estos objetivos se corresponde en cámaras réflex de 35 mm a la franja entre los 40 y 55 mm.

Teleobjetivo

Se consideran teleobjetivos aquellas ópticas con un ángulo visual menor de 31 grados. Su principal característica es el formar en la cámara imágenes grandes de objetos alejados. Sus distancias focales son siempre mayores que las de los objetivos normales. En 35 mm van de los 80 mm en adelante.

Dentro de los teleobjetivos se suele hacer la siguiente subclasificación:

  • teleobjetivos cortos, cuando oscilan entre los 80 y 135 mm de focal;
  • teleobjetivos normales, entre los 135 y 240 mm,
  • superteleobjetivos, entre los 240 y 500 mm
  • ultratelefotos, más allá de los 500 mm.

Existen unos accesorios conocidos como convertidores, teleconvertidores o duplicadores de focal, que se intercalan entre un objetivo y el cuerpo de la cámara para modificar la distancia focal del objetivo. Así, un convertidor 2X, unido a un teleobjetivo de 100 mm, lo convierte en un objetivo de 200 mm. Se utilizan para aumentar la focal de forma económica, disminuyendo algo la calidad y luminosidad de la imagen.

Los teleobjetivos suelen utilizarse para:

  • Fotografiar a distancia cuando no podemos acercarnos al motivo (Naturaleza, reportaje, deportes, etc.)
  • Retratos de primer plano (135 a 150 mm)

Objetivos especiales

Existe un quinto tipo de lentes: son los objetivos especiales. En esta clasificación entrarían objetivos diseñados para aplicaciones más concretas o específicas. El más conocido es el objetivo para fotografía macro.

lunes, 6 de julio de 2009

Todo lo que necesitas saber sobre Objetivos en Fotografía (Primera Parte)

Por Jose Luis Rodriguez

Hace unos días, un amigo nos llamaba la atención porque entre los distintos temas que cubrimos en nuestros artículos nunca hemos hablado de los distintos tipos de objetivos que existen para cámaras réflex. En esta serie de artículos dedicados a los objetivos trataremos de contaros los distintos tipos de objetivos existentes en el mercado y sus usos principales.


Había una película de Woody Allen traducida al español como "Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntarlo". En esta ocasión hemos querido emularle con algo que podríamos haber llamado, si no fuera un título tan largo, "Todo lo que siempre quiso Saber sobre Objetivos en Fotografía y nunca se atrevió a preguntarlo".

La Distancia Focal

La distancia o longitud focal de una lente es la distancia existente entre el centro óptico de la lente y el foco (o punto focal) donde se recoge la imagen (en cámaras digitales, el sensor).


Objetivos de Focal Fija y Objetivos Zoom

Una vez entendido lo que es la distancia focal, lo siguiente es explicar que existen, en base a este concepto, dos tipos de objetivos: los objetivos de focal fija (una única distancia focal) y los objetivos de focal variable, más conocidos como objetivos zoom.

Las focales se presentan en milímetros. Así, cuando veamos un objetivo identificado como 50mm, sabremos que tenemos delante un objetivo de focal fija de 50 milímetros. Los objetivos de focal variable se identifican con la menor y mayor distancia focal que cubren. Así, cuando nos encontremos con un objetivo identificado como 18-70, debemos saber que estamos ante una lente cuya menor distancia focal es 18 mm y su mayor distancia focal es 70 mm.

Dicho esto, conviene explicar que, ante lo que la mayoría puedan pensar, los mejores objetivos son los de focal fija. Esto se justifica por la mayor calidad óptica y, por tanto, de imagen conseguida. Su explicación es que los cristales que se encuentran dentro de un objetivo de focal fija se encuentran también "fijos", mientras que un objetivo de tipo zoom basa su funcionamiento en el alargamiento y acortamiento del tubo que contiene los cristales del objetivo, modificando con ello la distancia entre estos cristales para las distintas focales cubiertas.

Técnicamente es complejo mantener una óptima calidad de imagen en las distintas posiciones correspondientes con las distancias focales cubiertas por un objetivo tipo zoom, pero obviamente, para el usuario final es infinitamente más cómodo portar un único objetivo (zoom) que llevar encima varios objetivos de focal fija.

Las aperturas

El segundo indicador que identifica una lente es su apertura máxima. En el caso de los objetivos zoom, esta apertura máxima puede variar en función de la distancia focal que estemos aplicando. Así, podemos encontrarnos con un objetivo identificado con una apertura (número f) 2.8, donde 2.8 es la máxima apertura que permite el diafragma de la lente, o bien 2.8-4.5, donde la máxima apertura es 2.8 o 4.5, en función de la distancia focal utilizada. Lógicamente, los objetivos de focal fija tendrán también un valor fijo de apertura máxima del diafragma.

Simplemente reseñar que un objetivo se considera mejor cuanto más luminoso sea (mayor sea la apertura máxima que permita), aunque la calidad del objetivo depende de otra serie de factores, por lo que no podemos decir que un objetivo es mejor que otro simplemente porque sea más luminoso.

Otros conceptos

Existen otros elementos que forman parte de las nomenclaturas de los objetivos y que conseguirán volvernos locos. Sobre todo porque cada fabricante utiliza sus propias siglas para referirse a sistemas parecidos a los de sus competidores.

Por ello, muchas veces tendremos que acudir a información del propio fabricante para entender que es lo que nos está queriendo decir. Pero como referencia, algunas de las informaciones que podreis encontrar en un objetivo, además del nombre del fabricante y el número de serie en algunas ocasiones, es lo siguiente:

  • Asférica: Es un tipo de lente cuya superficie de curvatura no es esférica, con el objeto de eliminar la aberracion esférica. Mediante un solo elemento asférico se consigue reemplazar a varios esféricos, lo que simplifica el diseño del objetivo, que normalmente está formado por varios cristales en su interior.
  • Apocromática: Es un tipo de lente corregida para que la longitud de onda de los tres colores primarios se encuentre en un mismo plano focal. Destinados a corregir las aberraciones cromáticas.
  • Ultrasónico o Hipersónico. Son objetivos que utilizan un motor especial para lograr un enfoque más rápido al convencional. Cada fabricante tiene patentada su propia tecnología y utiliza distintas siglas para referirse a ella: SSM en Sony, USM en Nikon, HSM en Sigma, ...
  • Lente Estabilizada (IS en Canon, VR en Nikon, OS en Sigma, ...)

Además, aparecerán siglas que identifiquen el tipo de enfoque (manual, automático) y la familia de objetivos dentro del fabricante (lo que dará mayor o menor compatibilidad dentro de la marca a la hora de utilizar el objetivo con una determinada cámara). Los fabricantes también utilizan siglas específicas para referirse a tipos de objetivos dedicados exclusivamente a fotografía digital.

En la segunda parte del artículo te explicaremos los diferentes tipos de objetivos existentes para tu cámara fotográfica.